Cuando parece que Rosa y Antonio están disfrutando de su amor al máximo y han solucionado su crisis matrimonial, una gran sorpresa se presenta en el hogar de los Ruano, Chelito, la hija bastarda de Antonio llega a Valleperdido para celebrar las Navidades junto a su padre.
Antonio está convencido de que es todo un error que está dispuesto a solucionar, pero mientras tanto a Rosa le toca tener a Chelito en casa, que no para de comer polvorones y molestarla, recordándole que es el fruto de la infidelidad de su marido. Superada, termina por hacerle elegir a Antonio entre su pasado y su presente con ella
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